Maquinaria textil

La industria textil emplea una gran variedad de máquinas, además del telar, en las que se realizan operaciones específicas de aplicación generalizada en la mayoría de las fibras, o características de la confección de determinados tejidos.

Una vez la materia prima ha sido producida, recolectada y, según el caso, sufrido algún proceso previo al transporte, es almacenada normalmente en balas. Algunas materias requieren procesos específicos anteriores o posteriores.

Del conjunto de maquinaria utilizada en la industria textil, destacan:

El «abrebalas»:Es una máquina utilizada para abrir las capas de algodón procedente de balas prensadas, mediante la esponjadura y el desmenuzamiento de las fibras. El «abridor»:Consiste en una máquina usada para separar la fibra de algodón de las impurezas que la acompañan. El «ablandador»:Es una máquina utilizada para ablandar las hilachas de cáñamo o de yute; consta de rodillos cilíndricos con estrías helicoidales, que provocan continuas flexiones a las hilachas. Las «aprestadoras»:Son máquinas utilizadas para aprestar los tejidos; constan de una cubeta de imbibición, de cilindros directores y de calandra para el exprimido. El «batidor»:Es una máquina provista de una devanadora o aspa con la que se abren y afofan las fibras textiles y se las libra de impurezas. El «rame»:Es una máquina utilizada en el acabado de los tejidos, para ensancharlos y corregir las distorsiones de la trama. El «roller-gin»:es una máquina utilizada desgranar las cápsulas de algodón; también conocido como «máquina de cilindros», consistente en un cilindro forrado de cuero provisto de estrías. En su movimiento de giro, el cilindro arrastra las fibras textiles, que se enganchan en las estrías, y las conduce frente a una cuchilla dotada de movimiento alternativo en sentido vertical, lo que provoca el desprendimiento de las semillas que estaban adheridas a las fibras.

El telar

El telar es la máquina de tejer, operación ésta que consiste en la fabricación de tejidos mediante el entrelazado de dos juegos de hilos: la urdimbre y la trama.

El telar tiene un largo recorrido histórico. Inicialmente requería de toda la potencia humana para su funcionamiento, y no fue hasta finales de 1700 en que apareció el primer telar mecánico, inicialmente con tracción animal y más tarde por energía de vapor. Se haría popular a partir de 1820, generalizándose desde entonces la industria textil. Existen distintos tipos de telares que se distinguen según los órganos que los componen y los fundamentos de su funcionamiento. Un telar de lanzadera consta de: el enjulio, consistente en un tambor donde van arrollados los hilos de la urdimbre y de donde salen paralelos; el guía-hilos, que tensa adecuadamente los hilos de la urdimbre; el cruzamiento, que es un mecanismo constituido por dos varillas que dividen los hilos en dos grupos para preparar la calada; los lizaroles o viaderas, bastidores con movimiento vertical alternativo, en los que unos hilos de acero o lizos cogen los hilos de la urdimbre y forman la calada, posición en la que unos hilos suben y otros bajan. Los telares disponen, además, de: un peine, cuyo movimiento de vaivén empuja cada pasada del hilo de la trama; el botón, consistente en una tabla sobre la que se desliza la lanzadera en su movimiento de vaivén; y el plegador, que es un cilindro en el que se arrolla el tejido. Existen también telares sin lanzadera, que permiten obtener tejidos más anchos que los comunes.

 

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