Algodón transgénico

Campo de algodón en el norte de Benin.

Algunas compañías usan la ingeniería genética para alterar la naturaleza del algodón y que resulte, por ejemplo, de distintos colores. Empresas multinacionales como Monsanto han producido semillas de las que se obtienen distintos colores, especialmente el azul índigo que se utiliza en la confección de los jeans.
En la Región Autónoma de Xinjiang (China) se han desarrollado plantas que entregan fibras de colores rojo, verde, azul o negro.

Otras, en cambio, utilizan la biotecnología para generar fibras mucho más largas y resistentes pero no gruesas. La empresa Natural Cotton Colors patentó, en 1990, dos variedades de algodón de colores naturales: marrón (Coyote) y verde.

Pero no todas la variaciones genéticas de este cultivo apuntan a su coloración. Muchas de las modificaciones buscan hacer que la planta sea más resistente a algunos tipos de plagas, como la variedad Bt Cotton; o resistentes a herbicidas concretos como la variedad Roundup Ready, de Monsanto, resistente al glifosato (Roundup).

A pesar de la resistencia al uso de transgénicos, ya en 1997 el 25% de las áreas sembradas con este cultivo en los Estados Unidos correspondían a variedades genéticamente modificadas

[cita requerida]. Otro de los grandes productores, la India, dio vía libre al cultivo transgénico en 2001, en su variedad Bt.

En la sociedad prehispánica mexicana de los Toltecas, se sabía como obtener algodón de diversos colores (azul, turquesa, verde, naranja, rojo). No se sabe a ciencia cierta como lo obtenían, pero se puede deber al uso de colorantes minerales con los que se regaban las plantas.

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Gossypium